Equipo Lavastida

QUIÉNES SOMOS

El Centro Cristiano de Servicio y Capacitación “B.G. Lavastida”, de forma abreviada Centro Cristiano Lavastida, fue establecido en 1995 en la ciudad de Santiago de Cuba, en un contexto de cambio político-social que generó una visión crítica sobre el papel desempeñado por la Iglesia en la sociedad. Esta nueva visión, unida a un activo movimiento ecuménico en la ciudad, creó las condiciones propicias para su fundación.

Actualmente y con más de 28 años de trabajo ininterrumpido, se mantiene el espíritu fundacional de ser un proyecto inclusivo que permite la participación activa de diversas iglesias y denominaciones. De esta manera se busca responder al llamado de Dios a la unidad de todos los creyentes en el servicio al prójimo. Sus esfuerzos se concentran principalmente en las cinco provincias de la región oriental: Santiago de Cuba, Guantánamo, Holguín, Las Tunas y Granma, así como en la provincia de Camagüey en la región central de Cuba.

El equipo de trabajo está conformado por hombres y mujeres creyentes que consideran su labor en la organización como una oportunidad para vivir su fe y poner en práctica el evangelio de Jesucristo a través del servicio. Su quehacer se enfoca en el mejoramiento de la calidad de vida y el ejercicio pleno de los derechos de las personas y comunidades en situación de vulnerabilidad o exclusión social, familiar, de salud, de género, económica, ambiental, entre otras.

Para desarrollar su labor trabaja en cuatro ejes claves que impregnan todo el quehacer de la institución: Género y Cultura de Paz, Inclusión, Ecología Integral y Formación Bíblica Teológica. Utiliza metodologías de Educación Popular y Procesos de Cambio para promover el desarrollo local sostenible y el desarrollo humano de las comunidades meta.

Promover la transformación y la reconciliación de las relaciones humanas y ecológicas a través de procesos de capacitación y acciones de desarrollo local desde una perspectiva teológica cristiana ecuménica, de género y diaconal.

Ser un Centro Cristiano que desde una teología contextual aporta al desarrollo de una cultura de paz, al disfrute de los derechos humanos y la justicia socio-ambiental en Cuba.

Promueve y comparte valores identitarios como la fe cristiana, la ecumenía, la inclusividad, la equidad, la solidaridad, la responsabilidad y la honestidad. Considera su labor como un propósito profundo, ya que contribuye a la construcción del Reino de Dios justo y liberador.